Aunque Arinsal no es demasiado grande, tiene mucho que ofrecer a los turistas y visitantes. Sus 800 habitantes habituales, componen una de las siete entidades menores de La Massana, una de las parroquias más importantes del País de los Pirineos.
La ubicación de Arinsal es extraordinaria al encontrarse a poco más de 1500 metros de altura. Desde luego, su baza fuerte es la nieve y los deportes de esquí. Sin embargo, cada vez se da más la visita de turistas que buscan desconectar de la urbe en plena naturaleza y no necesariamente desean practicar alguno de los muchos deportes blancos que se ofrecen en este municipio.
Un detalle muy interesante es que Arinsal es una de las pocas villas del Principado de Andorra en las que todavía se puede encontrar agricultores y ganaderos en pleno ejercicio. Por esta y otras razones, Arinsal es un refugio de las tradiciones milenarias combinadas con lo mejor de las últimas tecnologías y la civilización.
Los habitantes de Andorra en general y de Arinsal en particular, aman el medio ambiente y respetan profundamente el magnífico entorno natural en el que viven. Es por ello que este es un destino ideal para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.
Lo dicho anteriormente no debe ser tomado como sinónimo de aburrimiento, pues hay multitud de actividades y diversiones que se pueden realizar en Arinsal. Por ejemplo, los que gustan de hacer rutas por la naturaleza encontrarán una diversidad inagotable recorriendo el valle del río Arinsal o los picos cercanos, tales como Coma Pedrosa, Medecorba o el Pla de l’Estany. Cualquiera de las vistas que ofrecen estas rutas constituye en sí misma una razón más que válida para acercarse a Andorra y descubrir o redescubrir las maravillas naturales que ofrece.
Si bien, una de las más conocidas es el Parque Natural de los Valles del Coma Pedrosa, con más de 1.500 hectáreas protegidas. La riqueza de fauna y flora que atesora la zona impresionan a los visitantes por muchas veces que hayan estado en el Parque anteriormente.
En Arinsal también se pueden encontrar vestigios de construcciones antiguas. Merecen especial mención las dos capillas románicas, la de Sant Romà d´Erts y la de Sant Andreu d´Arinsal. En esta última se pueden encontrar dos antiguos molinos harineros. Las cámaras de fotos se convierten en protagonistas al acercarse a estas zonas tan significativas.
Por cierto, la capilla de Sant Andreu tiene ese nombre porque Sant Andreu es el patrón de Arinsal. Todos los 30 de noviembre se celebra la fiesta en su honor, si bien, la fiesta mayor del pueblo se celebra durante la tercera semana de agosto.
Un aspecto muy bueno de Arinsal es que no es una zona de turismo masificada. Es más, sus enormes extensiones naturales permiten que muchos turistas de forma simultánea, recorran y disfruten de la naturaleza que regala a propios y a extraños.
Como parte integrante del circuito internacional de pistas de esquí, Arinsal cuenta con excelentes alojamientos para cientos de usuarios. Sin embargo, algo muy notable, es que se pueden alquilar incluso chalets para estar unos días en este magnífico rincón de los Pirineos.
Arinsal tiene muchos atractivos que ofrecer a todos los que deseen conocerlo. Si bien, el valor más importante, es la capacidad de transmitir admiración por los espacios naturales, su flora y su fauna. Disfrutar de Arinsal solo depende de una cosa: de visitarlo.